Sri Guru Darshan, 3 entrega: Capitulos 1 y 2


1
El Linaje de la Devoción Pura

Śrīla Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja es un asociado eterno de Rādhā y Kṛṣṇa en el reino transcendental de Vraja y ha sido enviado por Ellos para difundir en este mundo material el vraja-bhakti, el amor divino de los residentes de Vraja.
Él vivió una vida ideal como un ācārya (preceptor) autorealizado de la sucesión inquebrantable de divinos maestros de la Brahma-Madhva-Gauḍīya sampradāya (un linaje discipular).  Él es un descendiente de Caitanya Mahāprabhu.  Ése es su verdadero linaje familiar.  El nacimiento de Śrīla Gurudeva en cierto lugar y con ciertos lazos familiares, es un acto de su misericordia hacia esas personas; no obstante, su nacimiento no es mundano.

na karma-bandhanaṁ janma vaiṣṇavānāṁ ca vidyate
viṣṇor anucaratvaṁ hi mokṣam āhur manīṣiṇaḥ
Padma-Purāṇa
“Un vaiṣṇava (sirviente del Señor Viṣṇu) no nace bajo ninguna jurisdicción de las leyes del karma.  Su nacimiento y desaparición son trascendentales.  Los sabios han declarado que los sirvientes de Viṣṇu están eternamente ocupados en el servicio redimido al Señor y por lo tanto, están libres de las leyes de la naturaleza material”.

Śrī Guru es transcendental y posee una relación directa con el mundo trascendental.  El deber del discípulo es glorificar la naturaleza transcendental del Guru-varga.
Una persona se engaña a sí misma cuando considera a Śrī Guru en relación al mundo terrenal o simplemente considera las actividades aparentemente ordinarias del maestro espiritual, desatendiendo su carácter espiritual e ideología.  Para entender apropiadamente a
Śrī Guru, uno debe observar sus enseñanzas supra-mundanas a través de los ojos de las escrituras, bajo la guía de los vaiṣṇavas que son sus más cercanos seguidores.
Śrī Guru no desea ningún objeto de este mundo material, debido a que no posee otra relación con este mundo más que la propagación de las glorias de la Pareja Divina, Rādhā y Kṛṣṇa.  Ya que Śrī Guru está libre de los apegos por los objetos temporales, él no engañaría a nadie al glorificar las cualidades de la existencia material.  Él no prédica el camino de la acción fruitiva, la austeridad o el conocimiento especulativo.
Así como él está inmerso en el servicio bienaventurado a Rādhā y Kṛṣṇa, de la misma manera, las dulces palabras que describen Sus glorias, son el tónico que cura la enfermedad de los repetidos nacimientos y muertes de la entidad viviente.  Así, Śrī Guru conecta a las almas que están sufriendo en esta atadura material, con el Todo Supremo, satisfaciendo completamente la más profunda necesidad de obtener una relación amorosa. 
Kṛṣṇa envía a este mundo a Sus más queridos asociados, quienes son expansiones de Su Potencia Divina, para salvar a las almas que están sufriendo en māyā (energía material en contraste con la energía espiritual de Dios).
Si Kṛṣṇa enviará directamente a Sus propias expansiones, no sería tan beneficioso para las almas condicionadas.  Por consiguiente, Él le ora a Śrīmati Rādhārāṇī:
-“Si Tus poderosas expansiones van al mundo material, ellas liberarán al universo entero.  Por favor envíalas.  Ellas son muy cualificadas para traer a las almas perdidas de vuelta a casa, de vuelta a Mí”.
Al inicio de esta creación material, Śrī Kṛṣṇa otorgó el conocimiento trascendental y la potencia a Brahmā, el arquitecto universal. Empoderada por la Potencia Divina, la sucesión discipular de la Brahma-Madhva-Gauḍīya, desciende como una corriente inquebrantable de devoción pura que viene de Śrī Brahmā a
Śrī Nārada, Śrī Vedavyāsa, Śrī Madhavācārya, Śrī Padmanābha, Śrī Nṛhari, Śrī Mādhava, Śrī Akṣobhya, Śrī Jaya-tīrtha, Śrī Jñāna-sindhu, Śrī Dayānidhi, Śrī Vidyānidhi, Śrī Rājendra, Śrī Jayadharma, Śrī Puruṣottama-tīrtha, Śrī Brahmaṇya-tīrtha, Śrī Vyāsa-tīrtha, Śrī Lakṣmīpati-tīrtha, Madhavendra Purī, y Śrī Īśvara Purī, así como Nityānanda Prabhu y Advaita Ācārya.
Śrī Caitanya Mahāprabhu trajo la gran fortuna para Śrī Īśvara Purī al aceptar iniciación de él.  Desde Śrī Caitanya Mahāprabhu, el linaje descendió a través de Śrī Svarūpa Dāmodara y de los seis Gosvāmīs (Śrī Rūpa, Sanātana, Bhaṭṭa Raghunātha, Śrī Jīva, Gopāla Bhaṭṭa y Raghunātha dāsa).  A partir de ellos, vienen Śrī Kṛṣṇadāsa Kavirāja Gosvāmī, Śrī Narottama dāsa Ṭhākura, Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, Śrī Baladeva Vidyābhūṣaṇa, Jagannātha dāsa Bābājī Mahārāja, Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura, Śrī Gaura-kiśora dāsa Bābājī y Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura Prabhupāda, quien inundó al mundo entero con la corriente de amor puro, tal como fue practicado y enseñado por Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Entre los muchos amados discípulos de Prabhupāda Sarasvatī Ṭhākura, dos de sus más queridos eran  Śrīla Bhakti Prajñāna Keśava Gosvāmī Mahārāja y Śrīla Bhaktivedānta Svāmī Mahārāja.  Los más queridos discípulos de Śrīla Bhakti Prajñāna Keśava Gosvāmī Mahārāja son Śrīla Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Mahārāja y Śrīla Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja.







2
El nacimiento

En el poblado brāhmaṇa (casta sacerdotal) de Tiwārīpur, situado en el distrito de Buxar en Bihar, India; cerca de las orillas del Sagrado Gaṅgā, Śrīla Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja, un alma liberada, renombrada como Śrīla Gurudeva y Bhaktabandhava (el amigo de todos los devotos), apareció en esta tierra en la familia vaiṣṇava brāhmaṇa del Paṇḍita Bāleśvaranātha Tiwārī y Śrīyuta Lakṣmī-devī.
Los Tiwārīs fueron iniciados en la Rāmānuja-sampradāya y son descendientes del linaje de śāṇḍilya-gotra (un linaje brahmánico). Ellos se ocupaban fielmente en la práctica del bhakti-yoga (servicio devocional que conecta a uno con Dios), y como una familia religiosa, regularmente hospedaban a sādhus (santos) viajeros.  Muchos de estos sādhus visitaban Tiwārīpura en los meses de Enero y Febrero, tiempo en el que moraban en las orillas del Gaṅgā para adorar a Dios y practicar austeridades.  Temprano por la mañana estos santos se bañaban en el Gaṅgā y se absorbían en meditación, en kīrtana (cantos devocionales), en escuchar hari-kathā (discursos sagrados) y por ocasiones, en realizar ceremonias de fuego.
Ya que los devotos experimentan profunda euforia durante los discursos sobre las glorias de Dios, todas las tardes los sādhus, los brāhmaṇas locales y la gente devocional de los pueblos cercanos, se reunían para realizar kīrtana y escuchar los discursos de las escrituras en la casa de Paṇḍita Bāleśvaranātha y del abuelo de Gurudeva, Śrīman Dhyānacandra Tiwārī, quienes eran eruditos vaiṣṇavas respetados.  Cuando quiera que un vaiṣṇava o sādhu prominente estaba presente, Paṇḍita Tiwārī lo invitaba a disertar ante la asamblea de invitados.
En la tarde de la luna nueva, al final del invierno de 1920, en el sagrado día de mauni-amāvāsya (cuando el Señor Siva despertó de su meditación) un sādhu vaiṣṇava reverenciado llegó a la casa de los Tiwārīs, donde cientos de personas estaban reunidas para escuchar el hari-kathā.  Śrīman Dhyānacandra invitó al sādhu a que se dirigiese a la multitud.
“Hablaré hari-kathā,” anunció el sādhu. “Bajo la condición de que después de escuchar mis palabras, todos ustedes hagan un esfuerzo para seguir mi consejo”. Ansiosos por escuchar su discurso, los invitados aceptaron y el sādhu empezó a glorificar a los devotos del Señor: “Donde sea que uno glorifica al Señor Rāma, Hanumān viene a escuchar, cuando uno alaba a Kṛṣṇa, grandes almas como Prahlāda, Bhīṣma y Janaka están presentes.  Donde sea que los pasatiempos de Rāma son narrados, Hanumān se sienta en la parte trasera de la audiencia y es el último en irse.
Un día, Tulasī dāsa fue a escuchar Rāma-kathā con la intención de obtener la audiencia de Hanumān. El deseaba poder ver al Señor Rāmacandra y le informaron que esto era posible sólo si primero obtenía el refugio de Hanumān. Gradualmente, mientras todos empezaban a irse, el reconoció a Hanumān, quien estaba sentado en la parte trasera, disfrazado como un hombre anciano.  Sujetando los pies de loto de Hanumān, Tulasī dāsa tomó el polvo de sus pies y le suplicó por su misericordia.  Posteriormente, debido a las bendiciones de Hanumān, Tulasī dāsa vio al Señor Rāma y recibió Su misericordia.
El sādhu continuó: “No es posible encontrarse directamente con Bhagāvan en esta vida, pero Él es muy bondadoso y envía a Sus queridos asociados a este mundo.  Uno debe orar de esta manera: “Oh Señor, ¿Cómo podré desarrollar una relación con Tus asociados?; ¿Cómo podrán ellos convertirse en mis queridos amigos y guardianes?” 
La relación con los devotos nos conectará con Dios.  Sin embargo ¿Cómo puede uno entender quién es realmente un devoto del Señor?
-“Si uno ora sinceramente, Dios le otorgará la visión espiritual y el conocimiento que lo capacite para reconocer a las personalidades santas”.
Así como Śrīla Śukadeva Gosvāmī recitó el Śrīmad-Bhāgavatam incansablemente, de la misma manera el sādhu describió las glorias de los devotos durante la tarde hasta altas horas de la noche.  Mientras tanto, la congregación escuchó absorta, tal como lo hicieron una vez Parīkṣit Mahārāja y los sabios reunidos.  El sādhu les narró la historia de los orígenes y la importancia de mauni-amāvāsya.
El sādhu dijo: “En tiempos antiguos Daksa el padre de Satī devī le faltó el respeto al Señor Śiva.  No pudiendo tolerar la ofensa de su padre hacia su esposo Satī devī decidió incinerarse en el arena de sacrificio.  Al perderla el Señor Śiva sintió que ya no había nadie más cualificado y con ansias por escuchar las glorias del Señor Hari.  Únicamente Satī-devī había mostrado tal anhelo por escuchar hari-kathā, por lo que el Señor Śiva la consideraba como su querida amiga.  Después de que Satī-devī abandonó su cuerpo, el Señor Śiva se absorbió completamente en samādhi (un profundo estado de trance meditativo).
“El deber del Señor Śiva es dar alivio a la carga del universo, el purifica los deseos perversos y los pecados de las entidades vivientes que andan inmersas en la oscuridad de la ignorancia”.  Esta tarea sólo puede realizarse mediante el hari-kathā y el hari-kīrtana.  Sin embargo, encontrándose solo, el Señor Śiva se había retractado de cualquier contacto externo y permanecía sentado en trance.
 Desprovisto del néctar ambrosiaco del hari-kathā, el universo entero se cubrió de oscuridad.  Todo lo desfavorable llenó al mundo y todas las ceremonias religiosas fueron subyugadas.  Nadie realizaba bhakti-yoga ni mencionaba siquiera el nombre de Viṣṇu.
Con el tiempo, Satī reencarnó en los Himālayas como Pārvatī.  Los semidioses le oraron al Señor Śiva para que aceptara a Pārvatī como su esposa y así retornara a sus deberes universales, pero él se mantuvo en un trance profundo.  Finalmente, Śrī Viṣṇu y Brahmā llegaron para romper el trance de Śiva.  Ellos le pidieron: “Oh Bholānātha, alguien ha venido a escuchar hari-kathā; por favor acepta a Pārvatī como tu acompañante y retoma tus responsabilidades universales”.
El sādhu concluyó: “Mauni-amāvāsya es el día en el que el Señor Śiva despertó de su trance por la intervención del Señor Viṣṇu y Brahmā. Así, el Señor Śiva rompió su silencio para recitar las glorias de Dios.  Tomando hojas de Tulasī y agua del Gaṅgā, el prometió: “Voy a aceptar a Pārvatī después de un mes”.
Un mes más tarde, cuando el catorceavo día de la luna oscura llegó, el Señor Śiva aceptó a Pārvatī como su esposa.  Ese día es conocido como Śiva-rātrī”.  Cuando el sādhu terminó de hablar, Paṇḍita Tiwārī lo invitó a que se quedara en su casa.  Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī fueron muy cautelosos en su práctica de engendrar descendencia.  Su primer hijo había abandonado el cuerpo en la infancia, causándoles un gran dolor.  Asimismo ellos sabían que su vida espiritual estaría alterada, si un alma ordinaria entraba en sus vidas.
Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī le preguntaron humildemente al sādhu:
-“¿Qué debemos hacer?  Nuestros parientes están presionándonos para que tengamos un hijo.  Sin embargo tememos que si un alma ordinaria viene a nuestro hogar, quedaremos enredados en la vida material”.
 El sādhu les aconsejó: “Cuando Śiva-rātrī venga, báñense en el Gaṅgā antes de que el sol salga y después regresen y adoren al Señor Śiva.  El Señor Śiva es el mejor devoto de Viṣṇu y tiene excelentes relaciones con el Señor Supremo.  Si él se satisface con su adoración y plegaria, él elevará una petición a Dios para que nazca un devoto puro en su hogar”.
El sādhu continuó: “Deben orarle diariamente a Śrī Kṛṣṇa mientras recitan el Gītā sagrado, el cual es el tesoro del misericordioso consejo y enseñanzas de Kṛṣṇa.  Kṛṣṇa está presente donde sea que el Gītā es honrado y donde sea que Kṛṣṇa está presente, así también lo están Sus devotos.  Tal como un rey no es rey sin sus súbditos.  Asimismo ustedes deben servir a todos los devotos que visitan su poblado, ya que esta es la forma más fácil de complacer a Kṛṣṇa”.
Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī fielmente aceptaron las instrucciones del sādhu y prometieron servir a los devotos y a recitar regularmente el sagrado Gītā.  Oraron a Śrī Kṛṣṇa para obtener la asociación de Sus devotos puros, mientras meditaban diariamente en un verso en particular que había cautivado sus corazones:

man-manā bhava mad-bhakto
mad-yājī māṁ namaskuru
mām evaiṣyasi satyaṁ te
pratijāne priyo ‘si me
Bhagavad-gītā 18.65
“Ofréceme tu mente, conviértete en mi devoto, adórame y ofréceme reverencias.  De esta manera ciertamente vendrás a Mí.  Te prometo estas verdades debido a que eres muy querido para Mí”.

Los padres de Śrīla Gurudeva iban al Gaṅgā todos los días con un grupo de saṅkīrtana (canto congregacional).  Después de bañarse regresaban a su hogar, aplicaban tilaka (arcilla sagrada) en sus cuerpos y adoraban al Señor.
Al principio de la primavera, en el día de Śiva-rātrī, Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī sirvieron a Bhagavān durante todo el día y permanecieron despiertos durante toda la noche adorando a Śiva.  Ellos le oraron a Śiva  para que fueran bendecidos con un hijo que fuera un gran devoto de Kṛṣṇa.
En Śiva-rātrī la costumbre es permanecer despiertos y realizar adoraciones en cuatro períodos: de las seis a las nueve de la tarde, de las nueve a las doce, de las doce a las tres y finalmente de las tres a las seis de la mañana.  Complacido con dicha adoración, Śiva satisface todos los deseos del adorador.
Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī se sentaron en el templo de Śiva y recitaron el Bhagavad-gītā y el Rāmāyaṇa.  A continuación realizaron una ceremonia de fuego y después bañaron a la Śiva linga.  Ellos oraron a Śiva: “Por favor danos tu misericordia para que un gran devoto de Dios nazca en nuestra familia”. Ellos pensaron: “Muchos devotos de Śrī Rāma están en nuestra familia, sería una gran bendición si un devoto de Śrī Kṛṣṇa apareciera. Tener un hijo que posea amor puro por Śrī Kṛṣṇa nos dará la oportunidad de poder escuchar siempre las glorias de Kṛṣṇa en su santa compañía”.
Temprano en la mañana, después de que Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī concluyeron con sus plegarias y adoración, se quedaron dormidos y tuvieron una visión.  En su visión miles de devotos refulgentes estaban cantando los santos nombres del Señor, mientras danzaban en éxtasis.
Ellos tenían complexiones doradas y brazos largos que se extendían en lo alto mientras bailaban.  En la medida que se acercaban a la casa de los Tiwārīs, Paṇḍitaji y Lakṣmī-devī miraban a las divinas personalidades y pensaban:
-“Generalmente, nosotros tenemos kīrtana aquí en las tardes.  ¿Cómo es posible que este kīrtana se esté realizando por la mañana?”.
Mientras la congregación se acercaba a su casa, ellos danzaban y cantaban con fervor.  Uno de estos seres divinos se acercó a ellos y con una dulce sonrisa en el rostro, entró en sus corazones.  Ellos despertaron repentinamente, imbuidos de alegría y atraídos por esa entidad divina que acababan de contemplar.  Desde ese día en adelante, Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī recordaban constantemente a aquella personalidad de su sueño.
A su debido tiempo, Lakṣmī-devī preparó un cuarto de maternidad apropiado para el nacimiento del niño.  El seis de febrero de 1921, el guru de la familia Tiwārī, un brāhmaṇa llamado Paṇḍita Miśra, quien fue iniciado en la Rāmānuja sampradāya, visitó su hogar viniendo desde Majariya-gaon, su aldea nativa.  Paṇḍita Tiwārī le dió la bienvenida ofreciéndole reverencias, un asiento y lavándole sus pies.  Después de hablar por un tiempo, Paṇḍitaji le ofreció prasāda (alimentos puros ofrecidos a Dios) a su guru y un lugar para que descansara en la noche.
En la madrugada, Lakṣmī-devī entró en labor de parto.  Precipitadamente fue al cuarto de maternidad, y con mínimo dolor y sin gran dificultad, dió nacimiento a un hermoso bebé.  Era unos minutos después de las cuatro de la mañana del maunī-amāvasyā, del 7 de febrero, en la confluencia de los auspiciosos meses védicos de Puṣyā y Māgha.
  El guru de la familia ya había despertado y había ido al Gaṅgā.  A su regreso escuchó que un niño recién había nacido y fue inmediatamente a bendecir al infante.  Muchos sādhus estaban residiendo en la casa de los Tiwārīs, observando votos de silencio en el día en el que habían solicitado al Señor Śiva que despertara de su meditación.  Pero cuando ellos divisaron al refulgente bebé, se reunieron y empezaron a cantar espontáneamente en voz alta:
-“Śrīman Nārāyaṇa Nārāyaṇa Hari Hari, Śrīman Nārāyaṇa Nārāyaṇa Hari Hari”.
El dulce sonido de los santos nombres llenó la atmósfera en una bienvenida afectuosa al amado devoto de Śrī Hari.
Paṇḍita Miśra examinó al infante y observó que tenía unos bellos y penetrantes ojos azules, una complexión dorada y una frente amplia adornada con la marca distintiva del tilaka, el símbolo de un devoto del Señor Viṣṇu.
Los auspiciosos símbolos de un cántaro, un loto, una bandera y el urdhvā-rekhā (una línea que es el símbolo de un alma excelsa) estaban marcados en los pies del niño y había diez chakras (líneas auspiciosas en forma de disco) en la yema de sus dedos.  Observando todas estas marcas, Paṇḍita Miśra dijo:
- “Ustedes son extremadamente afortunados.  Este niño no es de su pequeña aldea.  Él es un gran devoto de Dios.  Inmediatamente voy a preparar su carta astral”.
  Tras el nacimiento del niño, Paṇḍitaji y Lakṣmī-devī se dieron cuenta que su hijo debía ser esa misma personalidad que habían visto previamente en su sueño.
Ellos se regocijaron:
- “Ahora un santo ha aparecido en nuestra hogar”.
Todos los invitados estaban complacidos y dijeron que nunca habían visto un niño tan maravilloso.
Después de recabar la carta astral, Paṇḍita Miśra dialogó con los Tiwārīs sobre cómo llamar al niño.  Decidieron darle el nombre de Śrīman Nārāyaṇa.  Más aún debido a que su hijo había nacido en maunī-amāvasyā, los Tiwārīs sentían que Śiva los había bendecido con un niño especial.  Su abuela Dulāri-devī dijo: “Él es muy tranquilo y no llora. Por lo tanto le daremos el apodo de Bholānātha”. Bholānātha es un nombre de Śiva que significa el Señor de corazón simple.
Paṇḍita Miśra les explicó a Paṇḍitaji y Lakṣmī-devī: “Su hijo tiene una carta astral auspiciosa. Muestra que él será un Cakravartī Mahārāja”.  “Cakra” denota una rueda y “varta” su centro.  Por lo tanto, Cakravartī es aquella persona que atrae a su alrededor a toda la sociedad y quien debido a su habilidad de conquistar todas las direcciones es extraordinariamente distinguido.
 Paṇḍita Miśra concluyó diciendo:
- “Su hijo viajará por el mundo entero para liberar a las almas del cautiverio de māyā guiándolas por el sendero del bhakti”.




Fuente: Sri Guru Darshan

Traducción al español: Manjulali dasi
Edición y corrección: Hare Krishna das, Anupam das,  Hari-ras das



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