¿Quién es un verdadero Guru? (por Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura Prabhupāda)


Dedicado a to nitya-līlā praviṣṭa oṁ viṣṇupāda

Śrī Śrīmad Bhakti Prajñāna Keśava Gosvāmī Mahārāja

Inspirado y bajo la guía de nitya-līlā praviṣṭa oṁ viṣṇupāda

Śrī Śrīmad Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja


¿Quién es un verdadero Guru? 
por Śrīla Bhaktisiddhānta Sarasvatī Ṭhākura Prabhupāda
¿Quién es un verdadero gurú? Es aquel que se dedica constantemente al servicio de Śrī Hari. ¿Y quién es un hombre verdaderamente erudito? Es aquel que, en palabras de Śrī Kṛṣṇa, está bien familiarizado con el conocimiento real de la esclavitud de la jīva y su liberación de ella (cfr. Śrīmad-Bhāgavatam, 11.19.41).

Solo debemos aceptar como guru a aquel que emplee todo su tiempo, al ciento por ciento, en el servicio de Dios. De lo contrario, fracasaremos miserablemente al seguirlo. El Śrī Caitanya-caritāmṛta nos ha instruido: "Un verdadero guru enseña a su discípulo mediante su propio comportamiento y práctica. No puede enseñar el dharma quien no lo cumple él mismo".

Los Śrutis nos instruyen: "Quien busca el verdadero conocimiento de tat -ese Ser Supremo- debe reunir los artículos necesarios para la iniciación y acercarse a un gurú que esté versado en los Vedas y empapado en la realización de Brahman -el Espíritu Supremo" (Muṇḍaka Upaniṣad, 1.2.12). Esta instrucción también se ha dado en el Śrīmad-Bhāgavatam (11.3.21): "Aquel que busque su más alto bienestar debe entregarse a un guru que esté bien versado en las conclusiones de los Vedas, que tenga la plena realización de Parabrahma y que se haya convertido así en el refugio de la verdadera paz". Ni los oradores profesionales, que no son más que expertos en dar discursos, pero que se comportan de forma inadecuada, ni los sacerdotes profesionales pueden ser gurús.

Aquel que no permanezca constantemente ocupado en el hari-bhajana (servicio devocional a Śrī Hari) estará ansioso por asumir otros compromisos con la fuerza del śrī nāma y se arriesgará así a cometer el grave aparādha, o delito, de utilizar el śrī nāma en asuntos pecaminosos. Además, quien actúa en calidad de guru por un salario o según un contrato no puede ser un guru, ni tampoco quien lee el Śrīmad-Bhāgavatam a ciegas. En primer lugar, absténganse de acercarse a esos sacerdotes profesionales y oradores. Observen si dedican plenamente su tiempo al Śrīmad-Bhāgavatam o no. Para quien está empapado o realizado en la realización del Parabrahma, su tiempo completo está ocupado con el servicio a Dios.

¿De quién debemos escuchar el Śrīmad-Bhāgavatam? Debemos escuchar y aprender el Bhāgavatam de un verdadero vaiṣṇava, pues no puede emanar de la boca de quien no es un bhāgavata, o verdadero devoto. Pretender recitarlo hábilmente solo lleva a los demás por el mal camino. Quien lo hace se engaña a sí mismo y, como tal, engaña a los demás. Cómo puede el Bhāgavatam, que no es diferente del Śrī Bhagavān, jugar realmente con las lenguas de los lectores profesionales que se hacen pasar por eruditos versados cuando lo leen ante los demás, pero que no tienen verdadera devoción por el Śrī Bhagavān debido a que están ocupados en el disfrute mundano? Con el pretexto de discutir el Bhāgavatam, simplemente gratifican sus propios sentidos en lugar de los sentidos de Śrī Kṛṣṇa.

Aquel que está ansioso por su verdadero bienestar nunca debe entrar en contacto con tales oradores profesionales y así cortejar su propia perdición, mientras cree falsamente que se beneficiará verdaderamente aceptándolos como sus gurús y escuchando de ellos como si fuera su discípulo. ¿Cómo puede actuar como jagad-guru, o el verdadero instructor de los demás, alguien que está ocupado con la manutención de su esposa y sus hijos; que está completamente dedicado a su deseo de los disfrutes mundanos, que surgen de la ilusión; y que trata de emplear a Dios, la Entidad más elevada digna de adoración y servicio, para suministrarle combustible para el fuego de esos disfrutes?

¿Qué observamos en el Śrīmad-Bhāgavatam y en la conducta y la prédica de Śrī Chaitanya Mahāprabhu y Sus devotos? Aquellos que fomentan dentro de sus corazones el miedo, la aflicción, la ilusión, los deseos sensoriales, la codicia y los sentimientos de frustración en relación con sus cuerpos, riquezas, amigos y demás, debido a su apego a algún objeto que no sea Dios, no se han rendido a Dios. Tales individuos no dedicados no pueden aconsejar a otros que se entreguen a Dios. Incluso si dan instrucciones verbales, su prédica, que está desprovista de ejemplos prácticos de su propia conducta, es ineficaz.

Solo un mahābhāgavata (devoto exaltado de Dios) que no tenga ninguna posesión o apego mundano, y que se haya entregado sinceramente a Kṛṣṇa y le sirva exclusivamente las veinticuatro horas del día, puede ocupar legítimamente el puesto de ācārya.


Adaptado de La Gauḍīya, volumen 24, número 11

CC-BY-SA Rays of The Harmonist No.19 (Gaura Purnima 2009)

Fuente: 
Edición y traducción al español: Hari-ras das


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