No entienden que su guru está caído (Por Srila Gurudeva Bhaktivedanta Narayan Goswami Thakur)
LAS PERSONAS QUE SON MUY BAJAS NO LO ENTIENDEN.
Un guru que cae muchas veces no es en verdad un guru. Para que sea un guru han de existir muchas cualificaciones en él. Si esta persona mantiene su ego falso y piensa: “Yo soy un guru” mientras recuerda algunos ślokas y enseñanzas a la vez que en su corazón alberga diversos deseos mundanos, mucha lujuria (escondiéndolo todo en su corazón), entonces no está cualificada. Puede que ella haya tomado sannyāsa, la orden de renuncia, pero es un ser caído. Las personas de tercera clase no entienden que su guru es un caído. Śrīla Bhaktivedanta Svāmī Mahārāja [Śrīla Prabhupāda] les brindó cierto margen incluso a quienes eran caídos desde un principio. Él les dijo: “Deben predicar y convertirse en devotos de primera clase”, pero ellos cayeron.
Para ser un guru, se debe estar en el nivel de un madhyama-madhyama o madhyama-uttama. Tal persona tiene que ser algo experimentada, conocer los Vedas, los Upaniṣads y todos los śāstras; debe ser alguien capaz de eliminar todo tipo de dudas de manera definitiva; debe haber experimentado la belleza y dulzura de Rādhā y Kṛṣṇa; debiera saber lo que es bhakti y lo que es prema; y debería estar desapegado de todo tipo de cosas mundanas, falsas. Recién entonces sería un guru. Si la persona no posee estas cualidades, no está cualificada para hacer discípulo alguno. No tiene permiso para hacerlo.
Puede que alguien acepte un guru no cualificado sin saberlo; puede que al principio no haya estado preparado para reconocer a un buen guru y alguien lo animara a que tome iniciación de aquel, por lo que al final lo haría. Pero después, luego de cierto tiempo, puede que esa persona piense: “Este guru no puede ayudarme a ser un buen devoto”. En tales circunstancias, podemos abandonar a ese guru no cualificado y aceptar uno nuevo. Aquel individuo no puede ayudarnos porque ni siquiera puede ayudarse a sí mismo. Es como una persona ciega que trata de ayudar a otro ciego a que alcance su objetivo, si hay un pozo en el camino ambos caen en él. ¿Cómo es posible que un ciego ayude a otro ciego a llegar a destino? Es absurdo.
El devoto debe tener un guru de alto calibre; él podrá ayudarlo.
Śrīla Gurudeva Bhaktivedanta Nārāyaṇa Goswami Mahārāja
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