Sri Guru Darshan, 5to Capítulo "Aceptando el Cordón Sagrado"
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Aceptando el Cordón Sagrado.
Entre los siete y once años, los jóvenes brāhmaṇas acostumbran recibir el mantra gāyatrī y el cordón sagrado como
parte de la tradición védica. Si el joven es suficientemente grande como para
tener barba, es demasiado tarde para la ceremonia.
A los nueve años, llegó el momento para que
Gurudeva recibiera el cordón sagrado. Su padre lo llamó y dijo:
“Hijo, es el momento para tu upanāyana-saṁskāra.
El hijo de mi Gurudeva vendrá y te dará el mantra, después realizará el yajña para entregarte el cordón sagrado”.
“Pitajī”, respondió Gurudeva. “Solo tomaré
iniciación de él solamente si estoy complacido con sus respuestas a mis
preguntas. De otra manera, ¿Cómo podré tener fe en él? Él deberá explicarme el
significado del mantra, quién es la Deidad que preside el mantra y cómo puedo
desarrollar una conexión con ella. ¿Por qué estamos separados de ella? ¿Por qué
ella nos está descuidando? y ¿Por qué debemos orar para establecer una relación
con ella? ¿Acaso ella no está ya está relacionada con nosotros?”.
Paṇḍitajī respondió:
-“Olvida todas estas preguntas impertinentes y
simplemente acepta el mantra”.
-“Tomaré iniciación de un alma realizada que
pueda remover todas mis dudas”, dijo Gurudeva.
-“El guru de nuestra familia es fidedigno y
nuestra costumbre es que su hijo debe darte el mantra de iniciación”, dijo Paṇḍitajī.
-“Sí,
aceptaré el mantra, sin embargo, únicamente de aquel que tenga realización”.
Pasaron unos días y Śrīkānta Miśra, el hijo
del guru de la familia llegó a la casa de los Tiwārī. Gurudeva lo invitó
respetuosamente a que pasara y le ofreció un asiento, lavó sus pies y entonces
le solicitó si podía hacerle una pregunta. Śrīkānta Miśra asintió con la
cabeza.
Gurudeva dijo:
-“Las escrituras védicas establecen, “athāto
brahma jijñāso”. Debemos inquirir acerca del Brahman”. Entonces: “¿Quién es
Parabrahma, la Entidad Suprema? ¿Es Kṛṣṇa Parabrahma o es Nārāyaṇa, Rāma, o
Hari? ¿Cómo puedo realizar quién es Él y como volverme próximo a Él? ¿Dónde
mora y cómo puedo relacionarme con Él?”.
Nervioso e incapaz de responder, Śrīkānta Miśra
empezó a sudar, tal como si estuviera bajo el escrutinio de un examinador.
Gurudeva continuó:
-“Tulasī dāsa aceptó a Hanumān como su guru y
así fue capaz de encontrarse con el Señor Rāma. ¿Usted también es capaz de
hacer esto? Si canto el mantra que usted me otorgue estará Rāma complacido
conmigo y me dará Su audiencia directa? ¿Tiene usted ésta habilidad?”.
-“El guru de uno no está sujeto a la
interrogación”. Lo reprimió Śrīkānta Miśra.
-“¿Tiene usted realización de Bhagāvan?”
preguntó Gurudeva.
-“Tú debes ser leal a tu guru”, dijo Śrīkānta
Miśra.
-“Si me dedico a usted”, dijo Gurudeva: “¿Qué
beneficio espiritual obtendré? ¿Cesará mi cautiverio en el ciclo del
nacimiento y la muerte? ¿Realizaré a Bhagāvan y mi identidad espiritual?”.
Śrīkānta Miśra tembló y dijo: “Después
responderé a tus preguntas. Ahora debo realizar algunos deberes urgentes” En
ese instante, sin comer ni descansar, Śrīkānta Miśra corrió a su casa en busca
de su padre.
Paṇḍita Tiwārī y Lakṣmī-devī reprendieron a su
hijo:
-“Tú fuiste negligente y desobedeciste a tu
guru. ¡Esto es muy auspicioso!, ¿Qué pasa si una maldición viene a nuestra
familia?”.
-“No dije nada ofensivo”, dijo Gurudeva:
“Simplemente pregunté algunas cuestiones pertinentes y él dijo que me
respondería más tarde. Entonces salió apresurado, ¿Qué podía hacer?”.
-“Invitaré a nuestro Gurujī para que hable
contigo”, dijo Paṇḍitajī: “Cuando él venga, por favor escucha su consejo con
respeto y no argumentes”.
Más tarde, el padre de Śrīkānta Miśra llegó a
la casa. Śrīla Gurudeva y su padre sirvieron al guru de la familia con una
etiqueta apropiada. Le ofrecieron un asiento y se sentaron humildemente a sus
pies.
Paṇḍita Miśra dijo:
-“Oh Śrīman Nārāyaṇa, díme cuáles son tus
preguntas”.
-Gurujī,
¿Cuál es el deber de la vida humana?” Gurudeva preguntó.
-Guruji respondió:
-“Uno debe cumplir con su rol en la sociedad
de acorde con el varṇaśrama-dharma. Casarse y mantener a su esposa e hijos. Dios estará complacido si
tu sirves a tu familia”.
Gurudeva consideró las palabras de Paṇḍita Miśra
y entonces le preguntó:
-“Gurujī, ¿Estaré para siempre con los
miembros de mi familia? Si el servicio a la familia complace a Dios, entonces
¿Por qué todos los que están en la vida familiar se ven tan miserables? Yo veo
como la gente intenta ser feliz, sin embargo, se mantienen constantemente
insatisfechos. Todas las entidades vienen a este mundo, viven por un corto
período y después mueren y vuelven a nacer. ¿Por qué se mueven continuamente en
el ciclo del samsāra?”.
-“Ellos sufren debido a su karma” respondió Paṇḍita
Miśra.
-“Si en todas las especies de vida, el alma
acepta el resultado de su karma, ¿Cuál es la exclusividad del nacimiento
humano?” continuó Gurudeva.
-“No serás capaz de entender esto, ya que sólo
eres un niño pequeño” replicó el maestro.
Gurudeva insistió:
-“Gurujī, si usted sabe la respuesta,
entonces, ¿Cuál es el problema en decírmela?”
-“Eres solo un chico con una falta de
disciplina mental. ¿Cómo podrías entender tópicos tan elevados? Simplemente se
un buen niño, sirve a tus padres, a tus mayores, ve a la escuela y juega con
tus amigos. ¿Por qué estás consternado con todo esto? Cuando seas mayor podrás
inquietarte sobre la filosofía”.
-“Por favor sea misericordioso. Usted es un
sabio erudito. No puedo detener a mi mente inquisitiva. Escuché en su hari-kathā que el alma es perenne y eternamente joven. Entonces ¿Por qué
debemos soportar el dolor de los repetidos nacimientos y muertes en los cuerpos
materiales?”.
-“Hijo” intervino Paṇḍitajī: “¿Qué obtendrás
por atrapar alguien en una red de preguntas? ¿Por qué no nos dices qué es lo
que tú piensas?
-“Si,
Padre. Yo pienso que estamos en este mundo material debido a que nos hemos
alejado de Dios. Habiéndolo olvidado, así como habiendo olvidado nuestra
identidad verdadera, estamos sufriendo, deambulando perdidos en el ciclo del saṁsāra.
El propósito de la vida humana es realizar la Verdad Absoluta, tomando refugio
en aquellos que tienen amor y relación con Bhagāvan. Por ocuparnos de la vida
espiritual bajo dicha guía cualificada, podremos alcanzar el amor por Dios y
entrar bienaventuradamente en Su morada trascendental”.
Sorprendido de escuchar la sabiduría de Śrīman
Nārāyaṇa, Paṇḍita Miśra dijo:
-“Por la gracia de Dios entenderás todo a su
debido tiempo. Ahora debo regresar a mi āśrama (hermita)”. Diciendo esto, el
guru regresó a su residencia.
Cuando el guru de la familia partió, Paṇḍitajī
le dijo a su hijo:
-“Mira, Nārāyaṇa, si no aceptas el gāyatrī
mantra y el cordón sagrado entonces no te cualificarás para adorar a la Deidad,
estudiar los Vedas o realizar las funciones de un brāhmaṇa en la sociedad. Por
ahora, acepta el cordón sagrado y en el futuro encontrarás un guru
trascendental tal como Śukadeva Gosvāmī”.
Gurudeva aceptó los deseos de su padre y
entonces se eligió una fecha auspiciosa para la ceremonia de fuego. Muchos brāhmaṇas asistieron y fueron debidamente respetados por la familia.
Cuando todo estaba preparado acorde a las
costumbres orales que se trasmiten a través de las generaciones, Gurudeva dió
reverencias a los sacerdotes y a los brāhmaṇas. Entonces preguntó de forma sumisa:
-“Antes de aceptar
el cordón sagrado, estoy curioso en cuanto a su finalidad. Ustedes son almas
iluminadas, generosamente disipen mis dudas. ¿Vestía Hanumān un cordón brāhmaṇa? ¿Lo hacían Nārada muni, Śrīla Śukadeva Gosvāmī o el renombrado devoto del Señor
Rāma, Śrī Kākabhuśuṇḍi? ¿Es posible para la gente que pertenece a la casta
no-brāhmaṇa servir a Dios y alcanzar la autorrealización sin el cordón sagrado?
Si es posible ¿Cuál es el beneficio de esta ceremonia y por qué se debe vestir el
cordón sagrado?”.
Un paṇḍita
respondió:
-“Para poder adquirir conocimiento de los
Vedas, uno debe rendirse al Señor Viṣṇu en la presencia del fuego sagrado y
recibir el cordón brāhmaṇa. El Señor Viṣṇu es la Deidad que preside todos los
sacrificios y es el Supremo Disfrutador de todas las austeridades y prácticas
espirituales. Cuando uno le ofrece su corazón en presencia del fuego, el cuál
actúa como testigo, el Señor Viṣṇu otorga la cualificación para poder entender
el conocimiento védico, incluyendo aquel conocimiento sobre el ser y el Señor
Supremo”.
El paṇḍita continuó:
-“La ceremonia de fuego es un ritual externo
que ayuda al proceso interno de ofrecer el corazón y los deseos a Bhagavān.
Cuando uno obtiene un nacimiento humano, es esencial conectarse con Bhagāvan y
sus devotos. Mientras no exista una relación con Bhagavān, tampoco puede
existir una relación con la devoción o con aquellos en los que reside tal
devoción. Por ofrecer el corazón al Señor Viṣṇu, se manifiesta el conocimiento
de sus potencias y de sus queridos devotos. Previo a este ritual, uno es
independiente y carece de un guardián; el aceptar el cordón nos hace recordar
la necesidad de conectar nuestro corazón con Dios”.
-“Tengo fe de que
esto es cierto”, dijo Gurudeva. “Sin embargo, ¿Se debe entender que todos los
que aceptan el cordón sagrado alcanzan el conocimiento del ser y de los Vedas? ¿Se encuentran ellos con Bhagāvan? Si es así, entonces esta tradición es
profundamente beneficiosa. De otra manera, uno se llenará de orgullo, al ser
iniciado como brāhmaṇa, formando parte de una ceremonia y vistiendo un cordón”.
-“¿Cuál es la verdad? ¿Cómo puede uno obtener
realmente el conocimiento sobre el ser y los Vedas? ¿Cómo puedo desarrollar
una relación amorosa con Dios? Al aceptar este cordón brāhmaṇa ¿Se irán todas
las atracciones materiales y despertará el amor puro por Dios en el alma?”
continuó preguntando Gurudeva.
Otro sacerdote brāhmaṇa aconsejó:
-“Por el momento, acepta el cordón sagrado y
vive pacíficamente con tus parientes. Cásate, trabaja y mantén una familia. La
juventud no es para preocuparse sobre la rendición a Dios. Cuando venga la
vejez podrás dedicar tu tiempo a inquirir acerca de cómo alcanzar la
autorrealización y el amor por Dios. De cualquier manera, si no aceptas ahora
el cordón de brāhmaṇa cuando seas mayor no tendrás ningún cimiento sobre el
cual puedas construir. Por ahora lo mejor es avanzar gradualmente”.
Śrīla Gurudeva aún no estaba satisfecho:
-“Pero si Bhagāvan es la Verdad Absoluta
Suprema, ¿Por qué debemos retrasar nuestra oportunidad de estar con Él?”.
Un vaiṣṇava sādhu erudito
y piadoso había estado escuchando el intercambio entre Śrīman Nārāyaṇa y los
sacerdotes, se aproximó a los padres de Gurudeva y dijo:
-“Su hijo no es un chico ordinario, después de
observar su naturaleza, percibo que él es un gran santo o asociado de Dios. Los
niños ordinarios no se esfuerzan tan persistentemente por entender la esencia
de tales temas tan profundos. Ellos no poseen tal inteligencia. Ustedes son
afortunados de tenerlo como hijo. A su debido momento, él predicará el amor por
Dios a través del mundo entero y muchos aceptarán fielmente su refugio y guía”.
Paṇḍita Bāleśvaranātha
y Śrīyuta Lakṣmī-devī enmudecieron al escuchar esto. El vaiṣṇava sādhu se aproximó a Gurudeva, bajó la mano
para tocar los pies del muchacho. Gurudeva dio un paso hacia atrás con estupor,
se inclinó ante el sādhu, tocó humildemente sus pies y oró:
-“Por favor bendígame”.
El vaiṣṇava sādhu bendijo
a Gurudeva y habló con él extensamente. Posteriormente, la ceremonia de fuego
fue finalizada y la caridad fue distribuida a todos.
Śrīla Gurudeva recibió el cordón sagrado y
posterior a esto fue a pedir limosnas como una ofrenda al guru de la familia.
La tradición decreta que un joven debe vivir en el āśrama del guru como un
brahmacārī (estudiante célibe), después de recibir el cordón sagrado. Allí, el
estudiante debe cuidadosamente servir a su guru con la mente, cuerpo y las
palabras. Sólo así alcanzará la perfección del mantra. Gurudeva permaneció en la
casa del guru de su familia por siete días conforme a esta costumbre.
Mientras residía ahí, el hijo del guru y sus
amigos mantenían cierta distancia de él. Cuando él preguntaba a su guru, él
respondía brevemente. Gurudeva pasó el tiempo estudiando la literatura védica,
en la cual una vez leyó que sólo un devoto puro es un amigo útil en este mundo.
Como resultado de sus lecturas, creció un deseo más profundo de encontrar tal
personalidad. “¿Dónde puedo ir para recibir el conocimiento sobre el alma y Dios?”.
Gurudeva se sintió solo y oró solemnemente para entrar en contacto con los
devotos puros.
Los
brahmacārīs ahí comían haviṣyānna, una preparación simple hecha de arroz
hervido con dāl y vegetales. Śrīla Gurudeva sirvió en su āśrama, estudió y se
bañó en el Gaṅgā.
Después de siete días en Majariya-gaon, su
familia vino con una gran procesión para llevarlo de vuelta a casa. Ellos
preguntaron:
-“¿No incomodaste a tu guru, o sí?”.
-“¿A quién podría yo perturbar? respondió.
Nadie hablaba conmigo. Necesito encontrar a una alma autorrealizada que pueda
guiarme. No echaré a perder mi vida”.
-“Es tu deber
permanecer en la vida familiar y servir a tus mayores”, le recordaron sus
padres. Gurudeva aceptó la instrucción de sus padres, pero en su corazón el
deseo de encontrar a un devoto puro se intensificó.
Fuente: Sri Guru Darshan
Traducción al español: Manjulali dasi
Edición y corrección: Hare Krishna das, Anupam das, Hari-ras das