5º Capítulo del libro Srila Gurudeva El Tesoro Supremo Vol. II: Su intimidad no podría haber sido mayor
Su intimidad no podría
haber sido mayor
Parama-gurudeva,
Śrīla Bhakti Prajñān Keśava Gosvāmī Mahārāja, tuvo muchos discípulos entre los
cuales los más prominentes fueron mi dīkṣā-guru,
Śrīla Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Mahārāja, mi śikṣā-guru, Śrīla Bhaktivedānta Nārāyaṇa Gosvāmī Mahārāja, y Śrīla
Bhaktivedānta Trivikrama Gosvāmī Mahārāja. Estos tres fueron tremendamente
íntimos; si hubiesen nacido de los mismos padres, su intimidad no podría haber
sido mayor. Śrīla Gurudeva solía decir, “Si bien tenemos tres cuerpos
distintos, nuestra alma es una”.
Śrīla
Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Mahārāja era el ācārya de la Śrī Gauḍīya Vedānta Samīti y también quien iniciaba
discípulos. Para entonces, Śrīla Gurudeva no estaba dando iniciaciones. Si bien
Śrīla Vāmana Mahārāja estaba a la cabeza de la administración del Śrī Devānanda
Gauḍīya Māṭha y era a quien se le ofrecían todos los respetos como ācārya, cuando los brahmacārīs o
los māṭhavāsīs veníamos a verlo por
problemas o desacuerdos, él nos decía, “Vean este asunto con Śrīla Nārāyaṇa
Mahārāja”. Independientemente de cómo Śrīla Nārāyaṇa Mahārāja hubiese manejado
el tema o de lo que hubiese decidido hacer, siempre era totalmente apoyado por Śrīla
Vāmana Mahārāja. Cualquier orden que Śrīla Gurudeva daba era un mandato para
todos en el Samīti.
Las mismas
cercanía y completa confianza eran evidentes también entre Pūjyapāda Trivikrama
Gosvāmī Mahārāja y Śrīla Gurudeva. Durante los últimos años, cuando Śrīla
Gurudeva comenzó a dar iniciaciones, Pūjyapāda Trivikrama Mahārāja solía decir,
“No tengo discípulos propios, pero todos los discípulos de Nārāyaṇa Mahārāja
son mis discípulos”.
Adicionalmente,
cuando contemplamos la intimidad que compartían estos tres gurus, debemos tener presente que ellos aceptaron sannyāsa (la posición más elevada en la
sociedad humana) de Parama Gurudeva, Śrīla Bhakti Prajñān Keśava Gosvāmī Mahārāja, el mismo día. Aparte de su prédica y sus
servicios interminables a su Guru Mahārāja, deberíamos considerar además la
divina partida de estos tres mahā-bhāgavatas,
quienes desaparecieron de nuestra visión externa mientras residían en el dhāma sagrado del Señor. Tanto Śrīla
Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Mahārāja como Śrīla Bhaktivedānta Trivikrama
Gosvāmī Mahārāja dejaron este mundo y entraron en el nitya-līlā, los pasatiempos eternos del Señor, el mismo auspicioso
día (tithī), pero en distintos años
—en el 2004 y en el 2002 respectivamente. Śrīla Gurudeva dijo, “Siguiendo los
pasos de mi hermano mayor, prapūjya-caraṇa
Śrīmad Bhaktivedānta Vāmana Mahārāja, quiero refugiarme en el mismo tithī
para dejar este mundo”. En lugar de partir el día de la desaparición de Śrīla
Vāmana Gosvāmī Mahārāja, Śrīla Gurudeva partió en el muy auspicioso día de su
aparición a las tres de la mañana. Aunque ninguno de los sevakas que atendían a Śrīla Gurudeva le había dicho qué día era en
el calendario Vaiṣṇava, por su conexión interna trascendental, él se fue en el
momento más auspicioso para unirse a los pasatiempos más íntimos de Rādhā y Kṛṣṇa.
Una vez,
justo antes del parikramā de Śrī
Navadvīpa, mi Guru Mahārāja, Śrīla Vāmana Gosvāmī Mahārāja, se enfermó y
decidió ir a Siddha Bāḍi para recuperarse —el mismo lugar donde Anaṅga-mohana
Brahmacārī había permanecido cuando estuvo enfermo de tuberculosis. Śrīla
Gurudeva estaba regresando de Mathurā para el Navadvīpa parikramā y, cuando llegó a Siddha Bāḍi, ofreció praṇāma a mi Guru Mahārāja, quien dijo
bromeando, “Navīna, empaca mis cosas porque un policía ha venido a llevarme. Si
yo me rehúso, él me arrestará y me llevará al Navadvīpa Māṭha. Me parece que es
mejor rendirse”. Cuando Śrīla Gurudeva oyó eso, se rio a carcajadas. Ellos
solían ser muy serios, pero al mismo tiempo sus personalidades tenían un lado
alegre que salía a relucir cuando estaban juntos. Esa misma noche, todos
dejamos Siddha Bāḍi, y llegamos a Kolkata el día siguiente.
En la residencia para
huéspedes
Cuando
llegamos a la estación Howrah en Kolkata, vi a Banwari Lal Singhania junto con
un gran grupo de sus parientes parados en la plataforma siguiente. El Sr.
Banwari Lal Singhania había venido a buscar a sus hijos y amigos que habían
llegado recién de Jagannātha Purī. En el mismo momento que los vi, la hija de
diez años del Sr. Singhania notó la presencia de Śrīla Gurudeva y nos estaba
señalando para que su padre nos viera. Mientras algunos de nosotros salían a
buscar un taxi fuera de la estación, el Sr. Singhania caminó hacia nosotros y
nos preguntó cómo estábamos. Yo le respondí que mi Guru Mahārāja estaba enfermo
y, al oír esto, el Sr. Singhania insistió en que nos quedáramos en la
residencia para huéspedes de su compañía muy cerca de allí.
Algunos
de los automóviles que habían venido por la familia del Sr. Singhania ya se
habían ido, y solo quedaban dos coches para el resto del grupo. El Sr.
Singhania nos acomodó poniendo a todos los niños restantes en uno de los
automóviles de manera que Śrīla Gurudeva, Guru Mahārāja y yo pudimos ir con él
en el segundo coche. El Sr. Singhania me llevó primero a su casa residencial en
la calle Pritoria 1, Kolkata, y me dejó allí para que pudiera empezar a cocinar,
mientras Guru Mahārāja y Śrīla Gurudeva eran llevados a la residencia para
huéspedes en Baligang Circular Road, un lugar usualmente reservado para sus
negocios. Yo estaba familiarizado con su hogar, pues ya había estado allí varias
veces con Śrīla Gurudeva. Todos los miembros de la familia me conocían muy bien
ya que yo era el brahmacārī sirviente
de Śrīla Gurudeva. Ellos me dijeron, “Tú ve y cocina para tus Gurus Mahārājas,
y nuestro chofer te llevará a la casa de huéspedes más tarde, cuando termines
de cocinar”.
Yo
siempre guardaba conmigo provisiones de alimentos secos para el desayuno de Śrīla
Gurudeva. Habíamos llegado de Mathurā a Navadvīpa recientemente, de manera que
tenía una gran cantidad de alimentos como ‘pera
de Mathurā’ en mi equipaje. (A Gurudeva le gustaba mucho este dulce a base de
leche, por lo que solíamos llevarlo a Occidente cuando comenzamos a viajar. A Śrīla
Bhaktivedānta Svāmī Mahārāja también le gustaba este dulce, y Śrīla Gurudeva
solía enviárselo regularmente a pedido suyo). Yo también tenía garbanzos
tostados y khurchan (una variedad de
dulce seco hecho a base de crema), petta (otra
variedad de dulce hecho a partir de cierto tipo de calabaza, arroz inflado, y
otros ingredientes). La maleta que estaba cerrada con llave también contenía el
plato, el bol y los termos de agua de Śrīla Gurudeva, por lo que le di la llave
a él antes de bajarme del coche. Mientras que ellos estaban en la casa de
huéspedes sin ningún brahmacārī que
los sirviera, abrieron la maleta, la cual estaba llena de prasāda. Ambos se pusieron muy contentos… Cuando los padres no
están, los niños están contentos. No había nadie allí para pararlos… y ambos
estaban hambrientos. Entonces, después de que el Sr. Singhania los dejara,
abrieron la maleta y se comieron muchos bocadillos y dulces hasta saciarse.
Cuando yo llegué, después de haber terminado de cocinar, ambos comenzaron a
reírse. Mi Guru Mahārāja estaba haciendo reír a Śrīla Gurudeva, y ambos reían
descontroladamente. Era como si se estuvieran divirtiendo conmigo. “¿Qué
pasa?”, pregunté. “¿Por qué se están riendo tanto?”.
Ninguno
de los dos dijo nada. Solo se miraban el uno al otro y no dejaban de reírse,
como si uno estuviese incitando al otro. Entonces, mi Guru Mahārāja dijo, “Tu
maleta está vacía. Teníamos hambre y no había nadie aquí. Así que, los dos
comimos hasta llenarnos. No sabíamos cuándo irías al mercado ni cuando
vendrías, y comimos hasta saciarnos. Si hubieras llegado dos horas antes, la
valija estaría llena”.
“Esta
maleta no es para mí”, respondí, “sino para el servicio de ustedes dos y de Pūjyapāda
Trivikrama Mahārāja. Por su misericordia sin causa, mi maleta siempre va a
estar llena y no se va a vaciar de nuevo”. Al oír esto, ellos quedaron muy
complacidos conmigo.
Luego,
mi Guru Mahārāja y Śrīla Gurudeva continuaron hablando. Mi Guru Mahārāja dijo
que sería el primero en dejar este mundo, a lo que Gurudeva dijo, “No, yo me
iré antes que ti”.
Guru
Mahārāja respondió, “No, tienes mucho servicio por hacer. Śrīla Bhakti Prajñān
Keśava Gosvāmī Mahārāja ha reservado para ti un gran servicio que nadie más
puede hacer”.
Śrīla
Gurudeva inquirió, “¿Qué puedo hacer yo? Soy un paciente cardíaco. Nada es
posible para mí en esta vida”.
Śrīla
Guru Mahārāja respondió, “No puedes entenderlo ahora. En unos años, cuando el
momento llegue, lo entenderás”.
“Pero,
¿qué es lo que Guru Mahārāja quiere hacer a través mío?”, pregunto Śrīla
Gurudeva.
“No te
lo diré ahora”, dijo Guru Mahārāja. “En algunos años lo entenderás tú solo. Entonces,
te sorprenderás por lo que te estoy diciendo ahora...”.
Entonces
yo les dije, “Ustedes dos están hablando de quién se irá primero de este mundo.
¿Qué clase de discusión es esta? No hay
otra discusión. No me gusta oír este tipo de charlas entre ustedes dos,
especialmente en mi presencia”.
Guru
Mahārāja dijo, “Sí. No deberíamos hablar de esto en frente de ellos, pues son
como chicos y sus mentes se perturbarán”.
Allí se
detuvieron. Este evento sucedió en 1989.
La
primera vez que Śrīla Gurudeva salió de India fue en 1996. Estábamos en Badger,
California, cuando le dije a Gurudeva, “¿Se acuerda de que Guru Mahārāja dijo
que usted tendría que hacer un servicio que nadie más podría hacer, el cual le
había sido reservado por Parama Gurudeva?
Tan
pronto como dije esto, Śrīla Gurudeva comenzó a llorar y dijo, “Sí, ahora
entiendo lo que Śrīla Vāmana Gosvāmī Mahārāja dijo. Mi Guru Mahārāja estaba
reservando esta gran labor de prédica para mí”. Él dijo que ahora sabía el
significado de lo que Śrīla Vāmana Gosvāmī Mahārāja había querido decir cuando
había hablado esas palabras años atrás en la casa de huéspedes del Sr.
Singhania.
Śrīla
Gurudeva tenía tanto afecto por sus hermanos espirituales. Siempre que salíamos
de viaje, les escribía a Śrīla Vāmana Gosvāmī Mahārāja, a Śrīla Trivikrama
Gosvāmī Mahārāja y a Pūjyapāda Śrīla Śānta Gosvāmī Mahārāja para pedirles sus
bendiciones.
Traducción al español: Amrtananda das
Publicado con la autorización expresa de
Sripad Bhaktivedanta Madhava Maharaja