Capítulo 14 del libro "Srila Gurudeva El Tesoro Supremo Vol.II" : Lecciones sobre el servicio y la absorción








Lecciones sobre el servicio y la absorción

 En la casa de Rāmacandra Prabhu 


Rāmacandra Prabhu (Sr. Rajkamala Julka) tenía su residencia en el último piso de un edificio de cuatro pisos en Kailash Hill, en el sur de Delhi. Él y su buena esposa, Śrīmatī Kalavati Didi, habían invitado a Śrīla Gurudeva y sus asociados a su hogar. Después de haber subido por escaleras un par de pisos, Śrīla Gurudeva preguntó: “¿Cuánto falta?”

“Un solo piso más”, respondió Rāmacandra Prabhu.


Cuando uno entra en el apartamento, se ve la cocina a la derecha y la sala de la Deidad a la izquierda. Pasando, hay dos dormitorios. Cerca de la sala de Ṭhākurajī hay un sofá, sobre el cual se sentó Śrīla Gurudeva. Sin embargo, Rāmacandra Prabhu y su esposa pensaron que él había entrado en uno de los dormitorios para descansar.

Por entonces, mi nombre era Navīna Kṛṣṇa Brahmacārī, y en ese momento había tenido que salir para hacer otro servicio para Śrīla Gurudeva, por lo que Kalavati Didi comenzó a cocinar para Śrīla Gurudeva mientras Rāmacandra Prabhu hacía felizmente su servicio a sus Deidades Rādhā-Kṛṣṇa. 

Rāmacandra estaba sentado sobre el piso mientras  Kalavati Didi estaba entrando y saliendo y hablando con Rāmacandra Prabhu sobre qué comprar en el mercado y qué otras cosas tenían que hacer para el servicio a Śrīla Gurudeva. Sin ellos haberlo notado, Śrīla Gurudeva estaba silenciosamente sentado sobre el sofá muy cerca de Rāmacandra Prabhu. Después de una hora, Rāmacandra Prabhu lo vio y dijo: “¡Oh, Gurudeva! ¿Ha descansado lo suficiente? Fue un viaje largo desde Mathurā”.


“¡¿Qué descanso?! “, dijo Śrīla Gurudeva, “He estado sentado aquí por cerca de una hora, cantando y observando como estás absorto en tu servicio. Veo que ambos están muy felices ocupados en servicio. Si alguien quiere ser exitoso en bhajana, debe realizar el proceso como tú y tu esposa lo están haciendo. No me estás descuidando, pero estás tan absorto que ni siquiera te diste cuenta que estaba aquí. Estoy muy complacido por eso. Esto es un ejemplo ideal de cómo debe ejecutarse bhajana”.



Rāmacandra Prabhu llamó a su esposa Kalavati, quien tampoco había notado la presencia de Śrīla Gurudeva. Ella dijo que pensaba que Śrīla Gurudeva estaba dentro de uno de los dormitorios y sintió una repentina timidez.

Śrīla Gurudeva entonces mencionó que en el décimo primer Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, se habla de un brāhmaṇa avadhūta muy inteligente que había aprendido de veinticuatro gurus. “Dattātreya aprendió diferentes cosas de las montañas, los árboles, el aire, los peces, el venado, el bebé, el elefante, etc. Él aprendió del fabricante de flechas que uno debe estar tan absorto en bhajana que se vuelve inconsciente de lo que ocurre a su alrededor. El fabricante de flechas era un herrero. Estaba tan absorto en hacer las flechas afiladas para el rey que cuando pasó una procesión de un casamiento tocando tambores, cantando y bailando, él ni siquiera lo notó. Él no se dio cuenta sino hasta que alguien le dijo que una hermosa procesión había pasado por el lugar”.




Śrīla Gurudeva dijo que deberíamos estar absortos de esa manera. “No deberíamos querer ver y saber qué está ocurriendo aquí o allá, sino estar siempre absortos en Rādhā y Kṛṣṇa y no en otras cosas tontas, ilusiones materiales.  Siempre deberíamos cantar hare kṛṣṇa y no oír nada más. Todos somos distintos y no deberíamos criticar y encontrar faltas con lo que Kṛṣṇa Bhagavān ha arreglado para otros. Tan solo debemos absorbernos en cantar y escuchar y no preocuparnos por lo que otros están haciendo, como el fabricante de flechas que estaba tan absorto en su servicio”.

Llorando como una niña de aldea


Aun cuando Pūjyapāda Śrīla Trivikrama Gosvāmī Mahārāja y mi dīkṣā-guru, Paramārādhya Śrīla Bhaktivedānta Vāmana Gosvāmī Mahārāja, no podían venir al Vraja Maṇḍala Parikramā todos los años, ellos siempre estaban presentes en el Śrī Navadvīpa Parikramā. Una vez, en el Navadvīpa Parikramā, Śrīla Trivikrama Mahārāja me dijo: “Oh, Navīna, tu Mahārāja (Śrīla Nārāyaṇa Mahārāja) llora como una niña de aldea durante el hari-kathā”. Como él era mucho mayor que yo y era el hermano espiritual de Śrīla Gurudeva, no respondí ni traté de defenderlo. De haberlo hecho, habría cometido vaiṣṇava-aparādha. No habría sido para nada la etiqueta vaiṣṇava apropiada.



Unos pocos días después, estábamos en Mamagachi en Modadrumadvīpa. Śrīla Gurudeva estaba hablando sobre los pasatiempos del Señor Rāmacandra, los cuales están tan llenos de karuṇa-rasa y son tan conmovedores que, al oírlos, toda la audiencia comenzó a sollozar, incluso y especialmente Śrīla Trivikrama Gosvāmī Mahārāja. Śrīla Gurudeva y Śrīla Trivikrama Mahārāja estaban sentados uno junto a otro y yo estaba sentado al lado de Pūjyapāda Trivikrama Mahārāja. Trivikrama Mahārāja comenzó a llorar desconsoladamente, las lágrimas caían de sus ojos, de su nariz fluía mucosidad y de su boca goteaba saliva. Él estaba manifestando todos estos síntomas extáticos.

Cuando finalizó la clase, me acerqué a Śrīla Gurudeva y le dije: “Pūjyapāda Trivikrama Mahārāja me dijo que usted llora como una niña de aldea durante el hari-kathā, pero hoy lo he visto llorar más amargamente que usted. Nunca había visto a nadie llorar así. ¿Por qué?”

Śrīla Gurudeva se rio y bromeó con Trivikrama Mahārāja: “¡Oh, tú también eres una niña de aldea!”

Entonces, Trivikrama Mahārāja me dio una gran palmada en la espalda y dijo: “¿Qué puedo hacer? Tu Mahārāja estuvo hablando un hari-kathā tan hermoso, lleno de karuṇa-rasa. No quería llorar, pero no pude controlarlo. Cuando trato de controlarme… ¡lloro más aún! No es mi culpa sino la de tu Gurudeva, Śrīpāda Nārāyaṇa Mahārāja”.


Sirviendo prasāda

Durante el parikramā, Śrīla Gurudeva ordenó específicamente a todos sus brahmacārīs y sannyāsīs que ayudaran a cocinar y a servir prasādam a todos los devotos que estaban peregrinando. Dijo: “Todos los que han venido al parikramā son nuestros invitados, por lo que es nuestro deber servirlos. Al ver su gran esfuerzo en el servicio de Hari, guru y los vaiṣṇavas, Śrīman Mahāprabhu y Nityānanda Prabhu estarán muy complacidos con ustedes”.

Es siempre mejor servir a los invitados, ya sea en Occidente o en Oriente

A veces, un brahmacārī o un sannyāsī se cansaban y sentaban para tomar prasādam; pero, al oír que Śrīla Gurudeva venía, dejaban su prasādam inmediatamente y empezaban a servir de nuevo. Tal lealtad a Śrīla Gurudeva es la clave para el éxito en la vida espiritual.


Si alguien se escondía, pensando que era muy astuto, Śrīla Gurudeva decía que era pura estupidez; piensan que son astutos, pero en realidad no lo son. Śrīla Gurudeva tiene plena autoridad sobre todos sus discípulos brahmacārīs y sannyāsīs. Como su eterno bienqueriente, Śrīla Gurudeva los entrena rigurosamente, y de ser necesario, los castiga. Esto lo hace por amor al discípulo, no por orgullo ni como una exhibición de ego mundano. Si al oír sobre el castigo amoroso de Śrīla Gurudeva a un devoto en particular, alguien comienza a criticar a dicho devoto, uno cometerá vaiṣṇava-aparādha inmediatamente. Para protegerse de este tipo de ofensa, uno debe ser muy cuidadoso de no mal interpretar los tratos entre Śrīla Gurudeva y sus devotos.

Pueden haber muchas razones por las cuales uno no puede ofrecerse a servir prasādam durante el parikramā acorde a la instrucción de Gurudeva. Puede deberse a un problema de salud o verdadero agotamiento. Uno puede estar tomando un respiro o descansando. Uno debe ser muy cuidadoso de no saltar a conclusiones apresuradas, incluso cuando tal devoto está siendo castigado. La misericordia viene de muchas maneras, aun como un castigo.

Viajar en bus no está permitido durante el parikramā

Antes de su problema cardíaco, Śrīla Gurudeva solía ir a todos los sitios del parikramā a pie. Śrīla Gurudeva dijo: “Los enfermos y los ancianos pueden usar un vehículo durante el parikramā, todos los demás deben caminar”. Siguiendo el ejemplo de Śrīla Gurudeva, todos los devotos caminaban. Posteriormente, sin embargo, debido a su edad avanzada y a su problema cardíaco, ya no le era posible caminar hasta todos los lugares de peregrinaje, por lo que comenzó a ir en automóvil.

Cierta vez, estábamos en el parikramā caminando desde Nṛsiṁhapallī hacia la Devānanda Gauḍīya Māṭha en Navadvīpa. Śrīla Gurudeva caminaba con un gran grupo de sannyāsīs y brahmacārīs. A la distancia, Śrīla Gurudeva vio venir un bus que hacía sonar fuertemente su bocina. Śrīla Gurudeva notó que dentro del bus y sobre el techo había algunos brahmacārīs e inclusive unos pocos sannyāsīs . En un humor juguetón, Śrīla Gurudeva bloqueó inmediatamente el camino e hizo detener al bus con su dāṇḍa. Conociendo la regla de Śrīla Gurudeva y viéndolo con su dāṇḍa en alto, losbrahmacārīs rápidamente saltaron a través de las ventanas o bajaron del techo y comenzaron a correr. Hasta los sannyāsīs que venían arriba del bus se alejaron corriendo rápidamente por temor a él y a su dāṇḍa.

 
Traducción al español: Amrtananda das
Publicado con la autorización expresa de 
Sripad Bhaktivedanta Madhava Maharaja
Edición para Radharanikijay.tk: Hari-rasa das

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